España está pegada a Portugal es algo incuestionable en el plano físico y, para muchos, también lo es en el contexto económico. Ambos países, hermanados por la península Ibérica, atraen todas las disertacones de última hora en torno a crear proximidades o distancias entre ellos. The Economist sugiere que, tras rescatar Portugal, la siguiente pieza en caer y necesitar ser rescatada será España con el hecho diferencial que mientras Grecia, Irlanda o Portugal no entrañan esfuerzos especiales para Europa, un rescate a España ya sería otra cosa. Muy coincidente con tal preocupación está la tesis de «España es el elefante en la sala de la crisis» según Roubini.
Véase en este sentido: The next domino que enseguida ha creado el eco en múltiples medios en castellano como en España en el punto de mira de los mercados europeos.
En la posición contraria hay argumentos como el de Caja Madrid en su último boletin donde enfatiza sobre las diferencias. «En cuanto a los bonos periféricos, cada vez son más claras las diferencias entre los dos siguientes grupos: por un lado, España e Italia, que han registrado un buen comportamiento (la prima de riesgo española se sitúa por debajo de los 200 pb), gracias al avance en los acuerdos sobre la reforma del mecanismo de rescate de la UE y al interés mostrado por algunos fondos soberanos (Noruega y Rusia) en la deuda española; por otro lado, Portugal e Irlanda, cuyas tires a 10 años se sitúan en el 7,5% y cerca del 10%, respectivamente, afectadas, en el primer caso, por una crisis política que le puede abocar a un rescate y, en el segundo, por las dudas que siguen existiendo sobre su sector financiero.»
En la misma línea, Almunia marca distancia entre España y Portugal y múltiples titulares se centran en el hecho de que el Ibex sube un 3,7% en la semana a pesar de la crisis de Portugal, como en «Algo está cambiando» o La prima de riesgo de España cae y la de Portugal sube a 424 puntos.
Frente a los datos de primas de riesgo y la respuesta del mercado en esta semana que, según otros, se ha comportado así porque ya estaba descontado, otro de los datos que más atraen la atención es que la banca española es acreedora de más de 70.000 millones de euros de empresas portuguesas. «Unas 1.400 empresas españolas tienen inversiones en Portugal. Un tercio de la deuda portuguesa con la banca internacional está en manos hispanas», según se detalla en El vecino elude el contagio.