Los fondos cotizados o ETFs (exchange-traded funds) son fondos de inversión que tienen la particularidad que se negocian como las acciones, es decir, en mercados secundarios de valores. Eso es una gran ventaja para el inversor o el especulador, ya que puede trabajar en distintos ámbitos sin requerir grandes inversiones y con la agilidad de comprar y vender en cualquier momento sin tener que esperar o solicitar la compra o venta como en otros fondos de inversión. Los ETF pueden seguir y simular índices, el precio de materias primas, reproducir cestas de acciones o de otros activos, como en muchos otros artículos hemos ido refiriendo e indicando los ETFs más negociados.
El pequeño inversor, ha encontrado en los ETF muchas ventajas. Por ejemplo, actuar sobre futuros de índices o de materias primas requiere poner en riesgo cantidades importantes, mientras que con el ETF la inversión se reduce considerablemente , pues se trata de adquirir títulos al valor equivalente a una acción que por lo general son de importes asequible para que sean muy negociados. También tienen la ventaja de poder comprar o vender, es decir, de ponerse largo o corto en el ETF.
Teniendo en cuenta el auge de los ETFs, la CNMV ha realizado una publicación divulgativa sobre que son los ETF, sus principales características, los tipos de ETF, los riesgos que conlleva, como se opera con ETFs y sobre su fiscalidad, que se puede ver en: Los Fondos Cotizados (ETF).